EL FINAL DE CARRERA

Más lluvia en Taupo, nos da igual, ahí seguimos todos y alguno más que va llegando, aplaudiendo entran en calor las manos, esta brisita con la lluvia baja la sensación térmica. Nada que no se arregle con un café calentito. Afortunadamente, el apartamento está muy cerquita del circuito y puedo ir varias veces.

David entra en T2, de nuevo concentrado, y sale a correr. Buen ritmo en los primeros kilómetros, y hasta se acerca a darme un besito, pero las zapatillas le están machacando los pies.


La primera vuelta algo menos de 2 horas (me da tiempo a comer...), muy bien; se ha abrigado y me dice que en un par de horas nos vemos en meta; eso es que va bien.
Me voy acercando con calma a la zona de meta, hay un grupo cantando "The man who sold the moon" y me quedo un ratillo escuchando, esto es como una fiesta de cumpleaños, globos, niños jugueteando, adultos riendo y haciéndose fotos, gente cantando, y para los que acaban los regalos.

Mientras espero en la meta me subo a la grada Ironmate, me han dado una pulsera para poder acceder a esa zona. Se ve llegar a los atletas desde una pantalla gigante.


Y en este clima plácido estalla la tormenta, aquí sí que la gente corre a refugiarse, pero los de las gradas nos quedamos aguantando el chaparrón, quedan unos 30 minutos para que llegue David, según el horario previsto...me coloco en un hueco al lado de la valla del pasillo de meta, aquí los minutos se hacen más largos...por mucho que intento estirar el cuello no llega antes, qué nervios.


A mi lado hay una chica oriental, debe ser uno de su primeros, está un poco despistada, llega su chico al que saluda efusivamente, él se acerca, besito, un OOOOhhhh, alrededor y sus ojillos se llenan de lágrimas, si es que es muy emocionante. Enfrente una señora de unos 60 años, bien llevados, salta de alegría, su chico a entrado en meta, hace podio y se va a Hawai, está eufórica y también llora. Conclusión la emoción no se cura con el numero de IM corridos.

Empiezo a estar un poco ploff, 11h50 y no llega, seguro que ha tenido que caminar ¿qué habrá pasado? ¿cómo estará de ánimo? Miro el reloj cada 30 segundos, pero no avanza...Subidón y a chillar, pasa como una bala, y me lanza un beso cuando se da cuenta de que estaba ahí.


Se recompone y viene a verme, crónica detallada, con brillo medio en los ojos, bueeeeno.
Dice que le duelo todo, pero veo a los otros caminar como si tuvieran palos en lugar de piernas, y él como si nada...
Brillan más cuando Rose (la mama de Amber) le da un abrazo finisher.
Más en pequeñas cosas, eso si no lo habéis leído ya...