miércoles, 30 de junio de 2010

TORMENTA

Me encantan las tormentas de verano y saltar en los charcos.

Llegar a casa con la ropa y los pies empapados y con olor a asfalto mojado en la memoria.
El trueno que hace vibrar el suelo.

Me gustan, aunque menos, cuando vamos en el coche...

Las fotos salen movidas.



Y que no sea capaz de pillar un relámpago...a esperar a la próxima, que seguro está al llegar. Estaré atenta.

viernes, 4 de junio de 2010

IM LZ 2010 2º parte


David acaba de pasar por Arrieta, lo que tardo en llegar al coche y salvar el tapón de coches en la rotonda de salida, le da ventaja suficiente para que no le pille en el tramo que recorro junto con los ciclistas en carrera.Llego sin problemas de tráfico hasta Puerto del Carmen y hasta me han guardado la plaza en el parking del hotel. Subo a la habitación para refrescarme y me voy hacia los boxes de la segunda transición.

Consigo un buen sitio, a pleno sol, y con un borracho a mis espaldas, pregunta que a quién espero, que él está de fiesta y que se lo está pasando de miedo, "menudos bobos, ahí corriendo al sol" dice...Paso del tipo y empiezo a inquietarme, debería haber pasado ya por aquí. Ahí llega, viene sonriendo y con el puño cerrado y dedo pulgar hacia arriba, clic-foto y ... ¿esa venda?

- ¿Te has caído?
-¿A tí qué te parece?
Me quedo planchada, aunque no parece nada serio, está corriendo. No sé muy bien si esperar ahí, tiene que cambiarse en la tienda que tengo delante, pero tampoco me apetece andar gritando para que me cuente qué ha pasado, así que voy caminando por el circuito de la carrera a pie y ya me verá...
Me dice que no sabe cómo se ha caído y que lo que más le duele es el orgullo, se encuentra bien. Le pregunto por la bici, ella está aparentemente intacta.
Si su orgullo está tocado fijo que ha sido bajando, pienso.
Empieza una vuelta de 20 km así que aprovecho para reponer fuerzas, como algo rápido, me pego una ducha, me embadurno en protector solar y en 10 minutos bajo a seguir la prueba. Eneko ya ha llegado, me alegro, pero no le he visto entrar en meta, tenía la cabeza en otra cosa, supongo.
Veo llegar a David, parece satisfecho y está animado, quedan 2 vueltas de 10km. No le veo pasar, parece que tarda en dar la vuelta, si sólo son 50m, no lo entiendo ¿qué ha pasado? ¿un tirón? Nada, sólo es que ha pasado y no le he visto pasar. Es la primera vez que se escapa delante de mis narices, estaré perdiendo facultades... En la segunda vuelta, le veo y me dice que le duele todo, ya sólo son 10km.
Me voy colocando en la grada de meta. Voy ganando posiciones a medida que los ironmen van llegando...estoy en primera fila, al lado de unas niñas que chocan las manos con los atletas. Y los minutos caen... Ya no llega en menos de 12 horas...¿otra vez la tripa? ¿será por la caída? y tic-tac, se me está haciendo un pelín angustioso. En lo que respiró profundo parece que llega, a ver, a ver, no, éste no es, zapatillas blancas. ¿Éste? No, le queda otra vuelta...es impresionante hay gente llegando en bici ahora...¡admirables! 12h28m Ahí está, como casi siempre esprintando en la recta de meta, estiro la mano y me la choca pero ni siquiera se ha dado cuenta de que soy yo.


Otro reto: verle detrás de la meta. Digo yo que me dejarán pasar con esto de la caída ¿no? Pues no, los hay más majos que otros pero al final ninguno me deja pasar. Y luego se quejan en Urgencias cuando sólo pasa un familiar... Así que me indigno un rato, me desahogo llamándoles de todo, pero se me queda un regustillo muy malo, la verdad.
Aún así conseguimos hablar separados por las rejas de los boxes.
Me dice que está medio mareado, que le duele todo y que se quiere ir al hotel.
Intento pasar otra vez, pero no hay forma, a la próxima voy con un pase de prensa como sea...

Saca la bici de boxes y me la llevo al hotel mientras se va al masaje, y otra vez a esperar...a veces ni yo misma entiendo porqué me gusta tanto acompañarle, pero el caso es que es así y ya estoy pensando en el próximo.

C'est la vie! ma vie!