No me cuesta demasiado dormirme, estoy tranquila y es que soy la más veterana del grupo. Para algunas es el primer Ironman, para otras la segunda prueba de larga.
Suena el despertador del móvil a las 4:45. Bajamos a desayunar. a estas horas sólo me entra un café. David parece tranquilo, pero dice que tenía mariposillas en el estómago.
Repasamos, gafas de repuesto y todo listo en la bolsa de la natación. Allá vamos, un reflejo nos trae a la luna llena sobre el lago.
Caminamos rápido, está concentrado.
Besito pre prueba en la entrada de boxes y aunque lo intento, ya no le veo hasta la salida del canal. Son 2400. Me entretengo charlando con las chicas y cuando llego a la altura de la bici, ya está todo listo y David ha salido de boxes.
Bueno, a ver si le encuentro antes de que den la salida. Cruzo entre la marabunta de espectadores y corredorres. Encuentro un buen sitio para ver la salida. Me parecen un poco viejos ¿será que los han ordenado por grupos de edad?. En qué mala hora me cambio de posición. Me empiezo a poner nerviosa, no voy a ver un carajo. Desisto. Me subo en el refuerzo lateral de un todoterreno, como otras cuatro personas. El speaker habla pero yo no entiendo nada. Ahora: "Put your hands up in the air" no sé por qué pero esto lo dicen en cada Ironman. Imposible, asumo que no voy a ver nada. Así que oiré el bocinazo y me iré a pillar sitio para verles salir del agua.
Y sí, llego a un buen sitio, estoy al lado de la barrera, genial. Hasta que llegan los voluntarios y se colocan, como siempre delante de mi. Se están repartiendo tortas a diestro y siniestro. Pobrecillos.
Cada vez que veo una manga naranja o un 3.8 en blanco, estiro la cabeza. En una de estas veo a David, sí tiene que ser él. Está concentrado, resopla, no sonríe.
Empieza mi carrera, llego a la zona en la que se recogen las bolsas, no veo si la suya aún está; ¿espero o voy a ver si llego a la bici mientras se pone el maillot? Para cuando me decido es tarde, ya ha cogido la bici. Ha sido rápido en la transición, bien.
Empieza a llover...mal asunto, no mola el asfalto mojado para las bicis...
Vamos a recoger a una seguidora y al peque del grupo al hotel, un café, la super pancarta de las fans y en marcha a ver si les vemos en bici.
Rumbo a Velden, un bonito rincón. no se ve demasiado movimiento, avanzamos un poco más y ahí están. Es una bajada con lo cual pasan rápido pero se nos oye gritar! Van llegando y ahí viene David, no me gusta el gesto, no va disfrutando. Esperamos a que pasen todos los chicos y nos vamos a ver el inicio de la maratón.
Pillamos un sitio fenomenal para las fotos, colocamos de nuevo la pancarta y a seguir animando! Otra vez la lluvia. Van pasando y esta vez David sonríe, y yo también claro. No para de llover y cada vez la lluvia es más intensa. Hace frío. Me tapo con la toalla, pero se termina empapando, de hecho más de 24 horas después aún no se ha secado del todo...
En la segunda vuelta otra vez mala cara, corre, aunque por el tiempo invertido ha debido estar caminando. Aunque sea a rastras ya termina.
Busco sitio con paciencia en las gradas y me llueve un helado. Se agradece porque desde hace un rato pica el sol.
Ahí llega, y esprintando!!!
Un abrazo largo, ha terminado, es de nuevo finisher pero no hay un brillo especial en sus ojos...¿tendrá que cambiar las lentillas?
Reportaje gráfico en las próximas horas...