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Exprimo mis neuronas pero ni gota...es como si tuviera las ideas encerradas entre rejas.


Leí un artículo sobre la eutanasia hace unos días, me hizo vomitar improperios cada cinco líneas...porque creo que se debe ayudar a morir con dignidad. Pensé en escribir algo sobre ello, pero no lo hice.


Podría escribir sobre la madre del tontolculo que ha venido a tocar las pelotas esta noche (tras una semana de 81h), que tiene la desfachatez de decirme que la he tratado muy mal, que le hago esperar demasiado (1:30 am. y no he cenado...evidentemente porque no tenía hambre) y que si no es por gente como ella yo ni siquiera estaría trabajando y que si no llama a su amigo G. es porque es muy tarde y bla, bla, bla...pero G. y yo ya nos hemos reído un rato en el desayuno... y para que esto no parezca una pataleta, pues tampoco lo haré.


Podría contaros que por fin han puesto luz en nuestra calle, y que hora sólo falta que la asfalten (como otras tantas en esta ex-capital cultural...), pero creo que no es demasiado interesante y además me cabrea, así que no voy a hacerlo.


Lo que si voy a hacer es daros las gracias por seguir paseando por aquí.
¡Hasta otra!

LO QUE PASA POR ESTAR EN EL SITIO ADECUADO...

Y en el momento preciso o precioso, que para este caso es equivalente. Debería yo estar estudiando en este momento, pero como cuando estudiar era una obligación, encuentro mil entretenimientos para distraerme, la mente debe estar dispuesta para asimilar información, de otro modo el esfuerzo resulta inútil.

Es tentador estar sentada delante del ordenador y no encenderlo y pasear, saltando de un sitio a otro, actualizando el facebook, y claro tenía que subir las fotos de NZ (el tiempo que se invierte, oye...) Total que me encuentro con estas dos fotillos: un arco iris circular.


En otros tiempos me hubiera inventado un cuentecillo, pero tras encontrar la explicación real al fenómeno, no me sale nada mejor...


Pues resulta que el hielo está tan enamorado del astro solar que cada vez que puede, intenta acariciarlo. Así de sencillo.
Os podéis imaginar que es una relación peligrosa, si se aproxima demasiado el hielo se vuelve agua. Así que el hielo se deja a su vez acariciar por el Sol, se evapora de puro gustito, (como las cosquillas en el cuello o los susurros al oído, creo que se entiende ¿no?) y entonces sucede: el vapor de hielo amorosamente acariciado y los rayos de sol que sienten la pasión del hielo se funden en un abrazo y nace el arco iris circular.


Hay que ser un humano afortunado para estar ahí debajo, dicen que quien se abraza bajo este arco iris es kiwi para siempre.

Y QUE ME TENGA QUE ENTERAR POR OTRO BLOG...

Tengo la cabeza llena de cosas, y llevo unos días de sequía creativa, tanto que me había olvidado de que este pequeño cumple su primer año.

Esperemos que siga muchos más, eso significará que sigo teniendo cosas interesantes que contar, viajes emocionantes que compartir y vuestra curiosidad de gato de tejado seguirá ahí.


Debe estar hecho de buena pasta porque es evidente que no lo riego mucho y ha seguido vivo e incluso creciendo, así que gracias por vuestra colaboración en esto.

Nos leeremos!!