Leí un artículo sobre la eutanasia hace unos días, me hizo vomitar improperios cada cinco líneas...porque creo que se debe ayudar a morir con dignidad. Pensé en escribir algo sobre ello, pero no lo hice.
Podría escribir sobre la madre del tontolculo que ha venido a tocar las pelotas esta noche (tras una semana de 81h), que tiene la desfachatez de decirme que la he tratado muy mal, que le hago esperar demasiado (1:30 am. y no he cenado...evidentemente porque no tenía hambre) y que si no es por gente como ella yo ni siquiera estaría trabajando y que si no llama a su amigo G. es porque es muy tarde y bla, bla, bla...pero G. y yo ya nos hemos reído un rato en el desayuno... y para que esto no parezca una pataleta, pues tampoco lo haré.
Podría contaros que por fin han puesto luz en nuestra calle, y que hora sólo falta que la asfalten (como otras tantas en esta ex-capital cultural...), pero creo que no es demasiado interesante y además me cabrea, así que no voy a hacerlo.

Lo que si voy a hacer es daros las gracias por seguir paseando por aquí.
¡Hasta otra!